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Barrios de la A a la C


Agronomía

Reseña Histórica

Este barrio, anteriormente parte de la antigua Chacarita de los Colegiales, recibió su denominación actual en el año 1904, luego del emplazamiento del Instituto Superior de Agronomía y Veterinaria. En aquella época se proyectó la formación de un gran parque público que nunca llegó a concretarse, construyéndose allí más tarde la actual Facultad de Agronomía y Veterinaria. Fumigaciones Buenos Aires brinda soluciones en el barrio de Agronomía, efectuamos el control de plagas comunes como son cucarachas, ratas y otros roedores, pulgas, murciélagos y otros animales e insectos, tanto por prevención como por intrusión del local. Las empresas fumigadoras son la mejor opción para garantizar un control eficaz de especies que puedan afectar nuestro bienestar. Nos especializamos tanto en fumigaciones en hogares como en oficinas, sin descontar departamentos, edificios completos. Las empresas de fumigación y control de plagas cuentan con opciones para desratizar o desinsectar cada lugar eficientemente. Cada recinto a fumigar tendrá sus necesidades particulares, y los fumigadores logran el cometido de limpiarlos con productos específicos.

Almagro

Antiguamente, Almagro era un terreno llano, fértil, ampliamente transitado ya que fue uno de los primeros caminos de Buenos Aires. Originalmente se lo llamaba camino de los huesos debido a los arreos que se hacían por Castro Barros y Medrano rumbo a los mataderos del a ciudad, los cuales dejaban un tendal de osamentas de animales. Este camino era nuevamente apisonado por posteriores arreos, constituyéndose como uno de los mejores senderos para la tropilla, especialmente en invierno, ya que las carretas corrían riesgo de hundimiento en zonas pantanosas. En el año 1839 las tierras de la zona, un total de 18 hectáreas, fueron compradas por Julián Almagro. Años más tarde estas tierras fueron cedidas para que se construyera la estación del primer ferrocarril que circuló en el país. La estación de tren, en honor a quien donó sus tierras, recibió el nombre de Almagro, el cual le otorgó posteriormente su denominación a la zona. Almagro fue zona de quintas, antes y después del paso del tren. Si bien el mismo modificó radicalmente al barrio, la evolución se afirmo como nunca a partir de la instalación del tranvía, y luego de la aparición de un brote de fiebre amarilla, lo cual llevó a que muchos porteños de clase alta migraran desde el centro de la ciudad hacia sus quintas. En la actualidad Almagro es uno de los barrios más tradicionales y se encuentra muy relacionado con el tango y los típicos cafés porteños. Transitaron por sus calles y bares muchos de los grandes del tango. Almagro tiene el privilegio de ser el primer escenario que escuchó cantar a Carlos Gardel. Gardel, también conocido como el zorzal. Fue alumno del Colegio Salesiano Pio IX y cantó en su coro en la parroquia San Carlos ubicada en Quintino Bocayuba e Hipólito Irigoyen. Además, en sus primeras interpretaciones solía cantar en un bar que se encontraba en la avenida Rivadavia 3824. Lo hacía con su compañero, al que él apodaba el Negro Congo. Gardel cantaba un par de canciones y Congo pasaba el sombrero para recaudar algunas monedas. Nuestra empresa desde sus comienzos brinda soluciones ante la aparición de intrusos en el barrio de Almagro, tanto para plagas comunes como son ratas, cucarachas, pulgas, murciélagos, como para otros animales e insectos. Las empresas fumigadoras constituyen la mejor opción para garantizar un control eficaz de especies que puedan afectar nuestro bienestar.

Avellaneda

El parque "Presidente Dr. Nicolás Avellaneda" se encuentra en casi toda su extensión en lo que antiguamente fue la chacra "Los Remedios", que perteneció a la familia de don Domingo Olivera. La vieja quinta se remonta al siglo XVII, cuando la Hermandad de la Santa Caridad levantó en esas tierras una capilla, hoy parroquia de San Miguel, consagrando un oratorio a Nuestra Señora de los Remedios. En 1822, secularizada la Hermandad, cedió su lugar a la Sociedad de Beneficencia, la que en remate público vendió la quinta en 1828 a don Domingo Olivera. La chacra fue utilizada como centro de experimentación agrícolo-ganadera y distintas generaciones de los Olivera ocuparían el casco del establecimiento, que aún hoy conserva sus características esenciales. La chacra fue objeto de sucesivos fraccionamientos, hasta que el 7 de marzo de 1912 la Municipalidad adquirió el terreno comprendido por las calles Lacarra, Directorio, Moreto y Gregorio de Laferrere, para formar allí un parque público. El 28 de marzo de 1914 quedó oficialmente inaugurado el mencionado parque con la denominación de "Olivera". El 14 de noviembre de ese mismo año recibió finalmente su denominación actual, que es el nombre que por extensión recibió el barrio a su alrededor. Desde hace años, nos especializamos tanto en fumigaciones en hogares como en oficinas, sin descontar departamentos, edificios completos o galpones de depósito. Todo recinto a tratar tendrá sus necesidades particulares, y los especialistas logramos el cometido con productos específicos y la mayor seguridad posible para los habitantes. Las empresas de fumigación y control de plagas cuentan con opciones para desratizar o desinsectar cada lugar eficientemente. Nuestra empresa provee soluciones ante la aparición de intrusos en el barrio de Avellaneda. Entre otros animales e insectos, las ratas, cucarachas, pulgas y murciélagos son las plagas más comunes a tratar. Las empresas fumigadoras constituyen la mejor opción para garantizar un control eficaz de especies que puedan afectar nuestro bienestar.

Balvanera

Su historia comienza en el año 1799, cuando el religioso franciscano fray Damián Pérez recibió un terreno en donación en el que tiempo después se construyó una capilla dedicada a Nuestra Señora de Balvanera. El monseñor Mariano Medrano y Cabrera el 1º de abril de 1831, procedió a construir la Parroquia de Nuestra Señora de Balvanera, claro signo de la importancia que iba adquiriendo la zona. Cinco años después la Parroquia contaba con 3.635 vecinos. Dentro de los límites actuales de este barrio, se encuentra la tradicional plaza de Miserere, cuya denominación se debe al apodo con que era conocido don Antonio González Varela, dueño de estas tierras durante el siglo XVIII. La plaza fue un importante escenario durante las invasiones inglesas y desde allí Santiago de Liniers intimó la rendición del general Guillermo Carr Beresford. Desde hace años, nos especializamos tanto en fumigaciones en hogares como en oficinas, sin descontar departamentos, edificios completos o galpones de depósito. Todo recinto a tratar tendrá sus necesidades particulares, y los especialistas logramos el cometido con productos específicos y la mayor seguridad posible para los habitantes. Las empresas de fumigación y control de plagas cuentan con opciones para desratizar o desinsectar cada lugar eficientemente. Nuestra empresa provee soluciones ante la aparición de intrusos en el barrio de Balvanera. Entre otros animales e insectos, las ratas, cucarachas, pulgas y murciélagos son las plagas más comunes a tratar. Las empresas fumigadoras constituyen la mejor opción para garantizar un control eficaz de especies que puedan afectar nuestro bienestar.

Barracas

Su nombre se debe a las antiguas barracas que a fines del Siglo XVIII se construyeron en la orilla izquierda del Riachuelo. Se cree que las primeras construcciones eran improvisados y precarios galpones construidos a fin de almacenar cueros y otros productos de la zona comprendida entre las actuales barrancas del Parque Lezama y la Vuelta de Rocha, para luego ser embarcados en el Riachuelo. En la ciudad de Buenos Aires existieron varias barracas, nombradas de diferentes maneras, en este caso, se las llamaba las Barracas del Riachuelo. Por aquellos años no era una zona habitada y se destacaba por su ubicación estratégica. Ubicado en sus inmediaciones funcionaba un puerto y un Arsenal de Marina para evitar posibles invasiones extranjeras. Además, hasta 1872 funcionaron en el noroeste de Barracas los Mataderos del Sur, llamados también de la "Convalecencia" o del "Alto", los cuales fueron cerrados debido al gran nivel de contaminación que producían. Con el paso del tiempo, Barracas se convirtió en un barrio de quintas, con la actual avenida Montes de Oca como una de las más importantes, sobre la que se construyeron lujosas casonas y quintas donde residieron importantes familias de figuración social y política . En los terrenos que fueron propiedad de la familia Guerrero se construyeron verdaderos palacios rodeados de imponentes jardines, uno de ellos es la actual plaza Colombia, inaugurada en 1937.

El puente de Gálvez

Se podía cruzar el Riachuelo desde la zona de barracas en peligrosas canoas, incapaces de soportar el peso de carruajes y ganado. A fin de subsanar este inconveniente, se inauguró el puente de madera de Gálvez el 1° de diciembre de 1791, cuya construcción estuvo a cargo de Juan Gutiérrez Gálvez, vecino del lugar y propietario de una de las canoas que cruzaban el Riachuelo. En aquella época, por la utilización del puente los usuarios debían abonar una tarifa en función de la carga y la cantidad de animales a transportar. En el año 1806, para impedir las invasiones inglesas, este puente fue incendiado. El paso fue reconstruido y remodelado en variadas ocasiones y durante muchos años, las inundaciones y los factores climáticos adversos fueron un gran inconveniente. Años más tarde, en 1858, Prilidiano Pueyrredón, hijo del general Juan Martín de Pueyrredón, propuso al gobierno reemplazar el puente de Barracas, que en su momento se encontraba en estado de completa ruina, por uno sólido, espacioso y cómodo para el tránsito terrestre y fluvial. El 9 de noviembre de 1871 se inauguró el nuevo puente que, a pesar de tener una construcción de hierro y con pilares apropiados, fue arrazado en 1884 por una feroz crecida. Finalmente en 1903 se inauguró un nuevo puente y en 1931 se habilitó el actual con el nombre de Puente Pueyrredón.

La parroquia de Santa Lucía

La Capilla de Santa Lucia se encontraba originalmente en el actual cruce de las calles Sarmiento y Montevideo, hasta que, en 1783, doña María Josefa de Alquizalete la hizo trasladar a su quinta de Barracas. En la actualidad, la Iglesia de Santa Lucia simboliza el corazón católico del barrio sureño.

Una historia de amor, tragedia y desencuentro

La Iglesia de Santa Felicitas se encuentra ubicada en la calle Isabel La Católica, entre Pinzón y Brandsen, donde se encontraba la quinta de Don Martín de Alzaga, importante y rico comerciante de la época. Su hijo se casó con Felicitas Guerrero, una hermosa mujer de reconocida familia, la cual también era propietaria de una quinta en la zona. El matrimonio tuvo dos hijos que murieron de niños, y a los 26 años de edad, Don Martín fallece. Felicitas era una mujer joven, hermosa y adinerada. No fueron pocos los pretendientes a casarse con la joven viuda. Uno de ellos, Enrique Ocampo, fue ignorado cuando Felicitas conoció a Sáenz Valiente, al que prefirió. Ocampo intentó reconquistarla, sin lograrlo, hasta que una tarde, desesperado, se presentó en la quinta y pidió hablar con Felicitas a solas. Es ahí donde luego de una fuerte discusión, Ocampo asesinó a Felicitas, y luego se quitó la vida. En memoria de su hija, los padres levantaron en 1875 un templo cuyo diseño estuvo a cargo del arquitecto Bunge. Esta construcción combina elementos netamente eclécticos, con reminiscencias góticas. Es la única Iglesia de Buenos Aires donde se encuentran estatuas que representan a seglares. Están realizadas en mármol de carrara y representan a Felicitas con sus hijos y a Martín de Alzaga. En la habitación que linda con la sacristía, está la tumba de mármol que guarda los restos de Felicitas. Las empresas fumigadoras son la mejor opción para garantizar un control eficaz de especies que puedan afectar nuestro bienestar. Nuestra empresa brinda soluciones en el barrio de Barracas, efectuamos el control de plagas comunes como son cucarachas, ratas y otros roedores, pulgas, murciélagos y otros animales e insectos, tanto por prevención como por intrusión del local. Nos especializamos tanto en fumigaciones en hogares como en oficinas, sin descontar departamentos, edificios completos. Las empresas de fumigación y control de plagas cuentan con opciones para desratizar o desinsectar cada lugar eficientemente. Cada recinto a fumigar tendrá sus necesidades particulares, y los fumigadores logran el cometido de limpiarlos con productos específicos y la mayor seguridad posible para los habitantes.

Belgrano

Este barrio formó parte del Pago de los Montes Grandes, tierras muy propicias para el pastoreo y la cría de ganado que se extendía desde Retiro hasta San Isidro. Esta zona era el camino obligado para quienes se dirigiesen hacia las provincias del norte, registrando un intenso tránsito por el llamado Camino Real, luego Camino del Alto, más tarde, 25 de Mayo y finalmente avenida Cabildo. Como todo camino transitado, existían pulperías en donde los viajeros hacían un alto. Ubicada en el Camino Real, una de las más conocidas era la famosa pulpería La Blanqueada. Además, este camino era empleado para el traslado de materiales desde La Calera, establecimiento productor de productos a base de cal y otros materiales de construcción. Como todo camino transitado, existían pulperías en donde los viajeros hacían un alto. Una de las más conocidas era la famosa pulpería La Blanqueada, que se encontraba en el Camino Real.

El Pueblo de Belgrano

El barrio de Belgrano fue en sus inicios un municipio perteneciente a la Provincia de Buenos Aires. Con el paso del tiempo su población creció, edificándose grandes y señoriales construcciones. Su nombre se aprobó por decreto el 6 de diciembre de 1857, en homenaje al creador de la bandera, y se comenzó con el proyecto de su construcción. Sin dudas, el acontecimiento más importante para el Pueblo de Belgrano sucedió en 1880, a raíz del levantamiento de Tejedor. El lugar tomó gran importancia al convertirse abruptamente en sede del gobierno nacional, siendo provisoriamente capital del país. Durante ese período las sesiones de las cámaras tuvieron lugar en el edificio de la municipalidad local, hoy sede del Museo Histórico Sarmiento.

El nacimiento del barrio

El 28 de septiembre de 1887 la Provincia de Buenos Aires cedió a la Nación los partidos de San José de Flores y Belgrano, de esta manera, el pueblo pasó a depender de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, transformándose en un nuevo barrio. Belgrano es uno de los barrios más residenciales y pintorescos de la Ciudad. En sus calles funciona el Museo de Arte Español Enrique Larreta, la Iglesia de la Inmaculada Concepción, conocida como la Iglesia Redonda, inaugurada el 8 de diciembre de 1878 y la primera escuela con todos los grados de Argentina y con la primera graduación mixta, el Colegio Casto Munita. El barrio cuenta con gran cantidad de viejas casonas señoriales, típicas de fines del siglo XIX, y modernos y sofisticados edificios que han sido construidos en sus cercanías. Nuestra empresa desde sus comienzos brinda soluciones ante la aparición de intrusos en el barrio de Belgrano, tanto para plagas comunes como son ratas, cucarachas, pulgas, murciélagos, como para otros animales e insectos. Las empresas fumigadoras constituyen la mejor opción para garantizar un control eficaz de especies que puedan afectar nuestro bienestar. Desde hace años, nos especializamos tanto en fumigaciones en hogares como en oficinas, sin descontar departamentos, edificios completos o galpones de depósito. Las empresas de fumigación y control de plagas cuentan con alternativas para desratizar o desinsectar cada lugar eficientemente. Cada recinto a tratar tendrá sus necesidades particulares, y los fumigadores logran el cometido de limpiarlos con productos específicos y la mayor seguridad posible para los habitantes.

Boedo

Adquirió su nombre en honor a Mariano Joaquín Boedo, prócer de la independencia argentina y diputado nacional por la provincia de Salta. Éste fue abogado y jurisconsulto, participó activamente de las jornadas de 1816 que aquel 9 de julio declararon la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata del rey de España. Como Vicepresidente del Congreso de Tucumán fue uno de los firmantes del Acta de la Independencia. Nuestra Ciudad, en homenaje a este prócer lo incorporó al catastro municipal el 6 de marzo de 1882, dando origen a la calle que hoy lleva su nombre, por iniciativa del entonces presidente de la Corporación Municipal Torcuato de Alvear. La zona semi-rural que rodeaba la calle Boedo se fue transformando con el paso del tiempo. En aquel entonces era una importante vía de circulación utilizada por carretas y tropillas de animales que se dirigían hacia los antiguos mataderos. Más adelante, y con la llegada de los primeros tranvías, la zona se pobló y se convirtió en barrio. El barrio fue habitado por inmigrantes que pronto comenzaron a organizarse. Las nuevas corrientes políticas definidas por anarquistas y socialistas se hacían presentes y se expresaban culturalmente con grupos literarios y artísticos, además, diferentes expresiones del tango como un nuevo mensaje social suburbano surgían en la zona.

El Grupo Boedo, parte integrante de la historia del barrio

En Boedo 837/839, un local ubicado en el fondo de la construcción que ha llegado a nuestros días, Antonio Zamora se reunía con jóvenes escritores; Elías Castelnuovo, Álvaro Yunke, Leonidas Barletta, Roberto Arlt, Nicolás Olivari, Roberto Mariani, y otros, que constituyeron el "Grupo Boedo". Eran jóvenes proletarios representativos de intereses de perfil popular coherente con su formación política y su calidad de vida. Ellos expresaban las necesidades de cambio ante una sociedad cargada de injusticias sociales, desequilibrios e iniquidades. La contraparte del "Grupo Boedo" era el llamado "Grupo Florida", que se reunía en un local de la calle Tucumán, a escasos metros de la calle Florida. Escribían en la publicación Martín Fierro, representaban otra realidad y se dirigían a otro público. La ubicación geográfica de estos grupos es significativa si pretendemos establecer un plano de comparación. Oliverio Girondo, Leopoldo Marechal, Gonzáles Lanuza, Jorge Luís Borges, Jacobo Fijman, y Roberto Ledesma son los más representativos de un grupo donde predominó la expresión poética, cargada de influencias caricaturescas, metáforas y rasgos irónicos que le otorgaban cabida a un público determinado, incorporando nuevas tendencias europeas.

Un barrio en donde se respira tango

El tango es otra de las expresiones populares más importantes en Boedo. No es casualidad que sus cafés históricos hayan sido campos propicios para el encuentro de los nuevos músicos tangueros, lugares para dar rienda suelta a su vena poética y musical y a compartir espacios de encuentro. Su carácter de barrio residencial y tranquilo, su efervescencia cultural que originó a un nutrido grupo de escritores reunidos bajo el nombre de Grupo Boedo, el tango y la vida deportiva completan el cuadro de la diversidad y la riqueza cultural de este barrio que nos regala imágenes características de la vida porteña. Las empresas fumigadoras son la mejor opción para garantizar un control eficaz de especies que puedan afectar nuestro bienestar. Nuestra empresa brinda soluciones en el barrio de Boedo, efectuamos el control de plagas comunes como son cucarachas, ratas y otros roedores, pulgas, murciélagos y otros animales e insectos, tanto por prevención como por intrusión del local. Nos especializamos tanto en fumigaciones en hogares como en oficinas, sin descontar departamentos, edificios completos. Las empresas de fumigación y control de plagas cuentan con opciones para desratizar o desinsectar cada lugar eficientemente. Cada recinto a fumigar tendrá sus necesidades particulares, y los fumigadores logran el cometido de limpiarlos con productos específicos y la mayor seguridad posible para los habitantes.

Caballito

Su nombre se debe a una pulpería que en el año 1804 instaló don Nicolás Vila en la esquina de las actuales Rivadavia y Emilio Mitre, y que era reconocida por su típica veleta en forma de caballito. Como todos los barrios del oeste, también progresó en forma notable con la llegada del ferrocarril, que desde 1857 atravesó el barrio adoptando el nombre de la famosa pulpería para su estación en el lugar. Caballito era zona de lujosas quintas, que constituían en un lugar de fin de semana para los porteños. Estas quintas se extendian a lo largo de la actual avenida Rivadavia Precisamente de una de esas quintas, la de Ambrosio Plácido Lezica, nace en 1928 el parque Rivadavia. El tranvía y más tarde el subterráneo, contribuyeron al desarrollo de este barrio, hoy en día uno de los más residenciales de Buenos Aires, y en cuyo interior se encuentra localizado el centro geográfico de nuestra ciudad. En la plaza Primera Junta, una réplica de la tradicional veleta del caballito nos retrotrae a aquellos tiempos en que el barrio era el descanso obligado antes de ingresar a Buenos Aires. Nuestra empresa desde sus comienzos brinda soluciones ante la aparición de intrusos en el barrio de Caballito, tanto para plagas comunes como son ratas, cucarachas, pulgas, murciélagos, como para otros animales e insectos. Las empresas fumigadoras constituyen la mejor opción para garantizar un control eficaz de especies que puedan afectar nuestro bienestar. Desde hace años, nos especializamos tanto en fumigaciones en hogares como en oficinas, sin descontar departamentos, edificios completos o galpones de depósito. Las empresas de fumigación y control de plagas cuentan con alternativas para desratizar o desinsectar cada lugar eficientemente. Cada recinto a tratar tendrá sus necesidades particulares, y los fumigadores logran el cometido de limpiarlos con productos específicos y la mayor seguridad posible para los habitantes.

Chacarita

Este barrio era conocido como la Chacarita de los Colegiales y hoy resulta difícil disociarlo de la presencia del cementerio, que nació ante la urgencia desatada en nuestra Ciudad ante la epidemia de fiebre amarilla. Las más antiguas referencias históricas sobre la "Chacarita" y sus alrededores, corresponden a los comienzos del siglo XVII. En diciembre de 1608, cuando Hernando Arias de Saavedra-Hernandarias gobernaba Buenos Aires, se completó la mensura de la Ciudad. Entonces se delimitaron las extensas posesiones que se donaron a los sacerdotes de la Compañía de Jesús, conformando la estancuela o dehesa que se denominó "Chacarita de los Padres" y luego "Chacarita de los Colegiales". En aquel lugar pasaban sus veranos los estudiantes del Colegio San Ignacio. Desde las épocas fundacionales de Buenos Aires, cuando don Juan de Garay en 1580 ratificara la gesta de don Pedro de Mendoza, las tierras de la trinidad, que ahora conforman los barrios de Chacarita, Colegiales, Villa Ortúzar, y otros cercanos, pertenecían a los llamados "Montes Grandes" o "Pagos de la Costa" que, más adelante, constituyeron los "Partidos de Campaña". Esas tierras iban desde la actual zona de Retiro hasta San Fernando. El fundador Garay imaginó que esa región se debía destinar a la labranza y a chacras, o para la cría de ganado. Estas tierras tuvieron un gran traspaso de manos. Juan de Garay se las dio a don Juan Fernández de Zarate y de este pasó a poder de Gonzalo de Carabajal, luego paso a manos de María de Carabajal, quien recibió el predio en calidad de dote al contraer matrimonio con Cristóbal Calvo, quien vendió su parte a los religiosos ignacianos. El Colegio San Ignacio, dirigido por los jesuitas, estaba en la "manzana de las luces", en la calle Bolívar y junto a la iglesia. Los alumnos internos del colegio pasaban las vacaciones de verano, junto con algunos de sus profesores en las tierras que los jesuitas tenían en el oeste, de ahí el nombre, "La Chacarita de los Colegiales", o la quinta en donde descansaban los alumnos.

El cementerio, de provisorio a definitivo

La Ciudad sufrió entre 1867 y 1868, una seria epidemia de "cólera morbos" o asiático, para la cual en aquel entonces no existía tratamiento. Vivian en Buenos Aires alrededor de 180.000 habitantes. La enfermedad comenzó a atacar a los pobladores casi inmediatamente después de la guerra del Paraguay. En 1867 las víctimas mortales alcanzaron los 1633 habitantes, siendo 5000 los afectados. Debido a esta epidemia fue necesaria la creación de algún lugar donde poder inhumar las víctimas de tal enfermedad. Dado que el cementerio de La Recoleta resultaba pequeño. El predio se extendía entre las actuales calles Dorrego hasta J. Newbery y de Corrientes hasta Guzmán. Anterior a este, los jesuitas habían formado un camposanto al lado de la capilla que luego se demolió. Con lo cual, el cementerio de los jesuitas fue el primero que funcionó en la zona, luego se amplió el lugar con motivo de la epidemia. Es interesante notar que el enterratorio de la Chacarita, hoy un gran cementerio, se conformó como solución transitoria para un problema epidémico, dándole carácter de provisorio, aunque los sucesos posteriores obligaron a los responsables a que fuera definitivo. Desde hace años, nos especializamos tanto en fumigaciones en hogares como en oficinas, sin descontar departamentos, edificios completos o galpones de depósito. Todo recinto a tratar tendrá sus necesidades particulares, y los especialistas logramos el cometido con productos específicos y la mayor seguridad posible para los habitantes. Las empresas de fumigación y control de plagas cuentan con opciones para desratizar o desinsectar cada lugar eficientemente. Nuestra empresa provee soluciones ante la aparición de intrusos en el barrio de Chacarita. Entre otros animales e insectos, las ratas, cucarachas, pulgas y murciélagos son las plagas más comunes a tratar. Las empresas fumigadoras constituyen la mejor opción para garantizar un control eficaz de especies que puedan afectar nuestro bienestar.

Coghlan

El barrio nació con la instalación del ferrocarril, y la creación de la estación Coghlan. El irlandés Juan Coghlan (1824-1890), que primero trabajó para la Municipalidad de Buenos Aires y luego fue técnico de los ferrocarriles ingleses, no debe haber imaginado la significación de su presencia en la Ciudad y en un barrio que nació al año de su muerte (1891) con el tendido del primer tramo del ramal Retiro – Tigre.

Paisaje

El barrio tiene forma de pentágono, dividido por la diagonal que traza la avenida del Tejar de nordeste a sudoeste. Si bien muchas casas poseen sus propios jardines, el barrio también ofrece sus plazoletas, como el sector ubicado en la calle Roosevelt entre Estomba y las vías. El club Inca de Buenos Aires donó la placa de la base del mástil que allí se encuentra, en homenaje a la bandera nacional, el 9 de julio de 1937. La actividad comercial se despliega sobre la Avenida Monroe, entre las avenidas del Tejar y Rómulo Naón. Predominan las viviendas bajas y unifamiliares.

La patrona de los niños

Inaugurada en 1928 por los padres franciscanos capuchinos, la parroquia Santa María de los Ángeles (patrona de los niños de Buenos Aires) es de estilo neorromántico. Posee una enorme cúpula hexagonal, coronada por un copulín que remata en cuatro pináculos con las mismas medidas de la primitiva capilla de Santa María de los Ángeles de Asís (Italia). Es obra del arquitecto Horn. El altar mayor está ubicado debajo de la cúpula. Sobre las paredes laterales hay dos murales modernos hechos por el sacerdote uruguayo Jerónimo Bornias. Uno representa La última cena, teniendo como fondo nuestra Ciudad y el otro a Jesús con los profetas. El templo queda en Rómulo Naón 3250.

Vanguardia

En homenaje al doctor Ignacio Pirovano, médico que actuó en la epidemia de fiebre amarrilla de 1871, se erige el Hospital ubicado actualmente en la avenida Monroe 3555. Este establecimiento no sólo desarrolla actividades médicas y académicas, sino que lleva adelante otros proyectos relacionados con la salud mental.

La torre

Aunque suene extraño, el barrio tiene su propio obelisco. Una torre de ladrillos que se eleva como faro de ventilación de la segunda cloaca máxima de la Ciudad que arranca desde allí. Tiene una altura de 35 metros y se encuentra en la calle Washington 2944. Las empresas fumigadoras son la mejor opción para garantizar un control eficaz de especies que puedan afectar nuestro bienestar. Nuestra empresa brinda soluciones en el barrio de Coghlan, efectuamos el control de plagas comunes como son cucarachas, ratas y otros roedores, pulgas, murciélagos y otros animales e insectos, tanto por prevención como por intrusión del local. Nos especializamos tanto en fumigaciones en hogares como en oficinas, sin descontar departamentos, edificios completos. Las empresas de fumigación y control de plagas cuentan con opciones para desratizar o desinsectar cada lugar eficientemente. Cada recinto a fumigar tendrá sus necesidades particulares, y los fumigadores logran el cometido de limpiarlos con productos específicos y la mayor seguridad posible para los habitantes.

Colegiales

Su pasado se encuentra vinculado casi totalmente con el de su vecino Chacarita, habiendo formado parte de lo que fue Chacarita de los Colegiales. El crecimiento de la Ciudad dividió en dos barrios las antiguas tierras que conservan no obstante su nomenclatura primitiva. Precisamente su nombre proviene de los alumnos que allí iban a disfrutar de sus vacaciones. Hoy Colegiales crece al ritmo de sus barrios limítrofes, el ya nombrado Chacarita, Belgrano y Palermo, con los cuales en menor medida se confunde en un pasado común. Desde hace años, nos especializamos tanto en fumigaciones en hogares como en oficinas, sin descontar departamentos, edificios completos o galpones de depósito. Todo recinto a tratar tendrá sus necesidades particulares, y los especialistas logramos el cometido con productos específicos y la mayor seguridad posible para los habitantes. Las empresas de fumigación y control de plagas cuentan con opciones para desratizar o desinsectar cada lugar eficientemente. Nuestra empresa provee soluciones ante la aparición de intrusos en el barrio de Colegiales. Entre otros animales e insectos, las ratas, cucarachas, pulgas y murciélagos son las plagas más comunes a tratar. Las empresas fumigadoras constituyen la mejor opción para garantizar un control eficaz de especies que puedan afectar nuestro bienestar.

Constitución

En un principio era un barrio apartado utilizado como zona de tránsito hacia el sur de la campaña. A fines del siglo XVIII los padres Bethlemitas fundaron en los terrenos del que hasta hace poco tiempo atrás fuera Hospital Rawson, un hospital al que llamaron de la Convalecencia. En los primeros años del siglo XIX se vió la necesidad de alejar del centro de la ciudad las concentraciones de carretas, y es así como en 1821 se designó a la plaza de la Concepción para cumplir esa función. Dicha plaza, desaparecida al abrirse la avenida 9 de Julio, estaba ubicada donde se encuentra la intersección con la avenida Independencia, y pasó a ser el nuevo mercado de frutos de la ciudad. Años más tarde el mercado de la Concepción ofrecía una penosa imagen. Esta situación originó el nacimiento de diversos proyectos tendientes a trasladarlo más hacia el sur. En 1857, a sugerencia del gobernador Pastor Obligado, se instaló el Mercado del Sur del Alto en el terreno municipal limitado por las calles Cochabamba, Salta y Buen Orden (Bernardo de Irigoyen). Poco tiempo después el nuevo mercado recibió el nombre de Constitución. El 14 de agosto de 1865 se libró al público la primera etapa del Ferrocarril del Sud, que salía desde la primitiva estación Constitución, y que a fines de ese año ya llegaba hasta Chascomús. El ferrocarril trajo como consecuencia la desaparición de las viejas carretas. Federalizada ya Buenos Aires, el Intendente Torcuato de Alvear se propuso transformar el mercado en una plaza, y fue así como en 1884, el sector este del mismo se convirtió en un paseo, mientras que el opuesto permaneció cumpliendo su antigua función. El 30 de octubre de 1892 la plaza Constitución es librada al público en su totalidad. Poco antes, el 1º de enero de 1887, el Ferrocarril del Sud había inaugurado una lujosa estación para la época, la que transformó totalmente el aspecto de la zona. La estación sufriría reconstrucciones y ampliaciones con el correr de los años, hasta quedar transformada en el monumental edificio que actualmente ve desfilar a miles de apresurados pasajeros. Las empresas fumigadoras son la mejor opción para garantizar un control eficaz de especies que puedan afectar nuestro bienestar. Nuestra empresa brinda soluciones en el barrio de Constitución, efectuamos el control de plagas comunes como son cucarachas, ratas y otros roedores, pulgas, murciélagos y otros animales e insectos, tanto por prevención como por intrusión del local. Nos especializamos tanto en fumigaciones en hogares como en oficinas, sin descontar departamentos, edificios completos. Las empresas de fumigación y control de plagas cuentan con opciones para desratizar o desinsectar cada lugar eficientemente. Cada recinto a fumigar tendrá sus necesidades particulares, y los fumigadores logran el cometido de limpiarlos con productos específicos y la mayor seguridad posible para los habitantes.