Durante siglos, el hombre se ha esmerado en combatir todo tipo de especie que pueda resultar perjudicial para su salud o su actividad económica. Muchas especies animales se han convertido en verdaderas plagas, cuando el entorno en el que se desarrollan coincide con el medio en el que nos desenvolvemos. Los insectos y roedores además de ser importantes vectores y transmisores de enfermedades, generan grandes pérdidas, estando estadísticamente demostrado que el 20% al 25% de la producción agrícola es consumida por ellos. La principal razón por la cual se vuelve dificultoso detener una infestación de este tipo de animales es su gran capacidad reproductiva. La naturaleza ha dotado a los seres más pequeños e indefensos con una capacidad de reproducción muy elevada, y cortos tiempos de gestación. Entonces es válido preguntarse si será posible erradicar las plagas, luego de tantos años de lucha y fumigación. En este caso, la respuesta es sí, y la solución es la aplicación del Manejo Integrado de Plagas Urbanas. El Manejo Integrado de Plagas Urbanas es un conjunto de medidas cuyo objetivo final es el control de la especie a tratar. Anteriormente se consideraba como solución la simple aplicación de un plaguicida, en cambio en el manejo integrado de plagas la solución implica el análisis de la situación, la elección de las alternativas más eficientes, y la ejecución. En esta última etapa, es probable que en algún punto también se encuentre incluido el empleo de un agente tóxico, pero la diferencia fundamental radica en que se tienen en cuenta factores extrínsecos, y además se tratan de tomar medidas preventivas y de educación, como por ejemplo la instrucción del cliente sobre cómo eliminar fuentes de alimentación a fin de lograr una disminución en la población, generando un ambiente menos propicio para la especie a tratar. Mediante el manejo integrado de plagas, se conseguirá el mejor resultado posible para el lugar afectado. Es importante tener en cuenta que cada espacio ocupado por el hombre tiene características particulares, estando cada uno naturalmente diferenciado de otros, debido a los distintos usos, culturas, costumbres, los cuales han sido gestados por quienes habitan o ejercen su profesión en dicho lugar. Como ya se dijo, la aplicación de un producto como solución ante una infestación en la actualidad es reemplazada por un plan estudiado, cuyas principales fases son el análisis, la proyección operativa y ejecución. En este plan se deben considerar todos los factores involucrados como ser, los ambientales, los materiales, y especialmente los humanos. Respecto del último factor, es válido recalcar que ningún programa de control podrá alcanzar un éxito mayor que el grado de compromiso de quienes participan en él. La prestación del servicio de Control de Plagas Urbanas no puede asimilarse a otros oficios como el de pintor o cerrajero. Los roedores e insectos se movilizan al igual que el hombre, y son capaces de superar las barreras que el prestador del servicio ha aplicado. Por ello se hace inminente la necesidad de encontrar nuevos métodos y tecnologías para controlar la infestación, y es de suma importancia la actualización constante. También es vital considerar la responsabilidad civil que implica el desarrollo de una actividad como la del control de plagas, ya que en esta, en algún punto del proceso de control, se manipulan productos tóxicos. Es primordial que la tarea sea realizada por un experto en la materia, como Fumigaciones Buenos Aires. Un punto importante para la efectividad del plan, es la identificación del prestador del servicio con su cliente, ambos deben trabajar con un objetivo común y complementar sus tareas, para lograr el objetivo de obtener el mejor resultado posible de lograr para el lugar a tratar. El cliente y el prestador de servicio serán quienes, en base a los requerimientos del cliente, deberán determinar los umbrales aceptables para cada área en particular. Cada local, en cualquier tipo de actividad, no posee el mismo nivel de exigencia. Por ejemplo, en una industria alimenticia, el área de producción tendrá un umbral de máxima exigencia de ausencia de insectos y roedores, mientras que el área de talleres o depósitos tendrá un umbral más bajo. Del mismo modo, en un consorcio, la cocina y los dormitorios tendrán una relación análoga a la del área de producción, mientras que las salas de máquinas tendrán una mayor tolerancia. Es entonces oportuno lograr un nivel de comunicación que le permita a usted mantenernos informados permanentemente de sus necesidades, y a nosotros aportar sugerencias y la gestión correctiva apropiada. Porque en definitiva, sólo juntos podemos lograrlo. Fumigaciones Buenos Aires, trabajamos para cuidarlos.